En Grite entendemos la relación empresa-cliente desde una perspectiva diferente, una más realista y humana, en la que el cliente no es una cifra, ni una estadística ni un objetivo, sino una persona con una necesidad concreta o un problema específico por resolver.
Una empresa a su vez es la portadora de una solución a ese problema o necesidad y no debe presentarse a su mercado potencial como un vendedor más, hablando sólo en lenguaje comercial y dejando ver ante todo su ánimo de lucro.
Cuando los responsables de mercadeo dejan de pensar en la necesidad de vender y se enfocan en su capacidad de ayudar y solucionar, la comunicación con sus clientes se vuelve más efectiva y las campañas más eficaces y beneficiosas para ambas partes. Y para crear este vínculo de confianza mutuo no ha habido nunca mejor época que esta ni mejor herramienta que Internet.
En resumen, creemos que la era de la publicidad tradicional ha llegado a su fin gracias a las increíbles oportunidades que ofrece Internet para alimentar la relación cliente-proveedor, pero hay que saber aprovechar esa oportunidad única, y eso implica saber exactamente QUIÉN es el cliente, QUÉ decirle y CÓMO, CUÁNDO Y DÓNDE HACERLO.